sábado, 6 de agosto de 2011

PREGUNTA EXISTENCIAL

¿Puede estar una mundanera como yo, cansada?

Creo que si, después de muchos años de caminares y de recorridos emocionales, físicos, psíquicos y trascendentales, quiero parar. Como lo escuchan señoras y señores, necesito descansar... DECLARO QUE QUIERO PARAR, ESTAR EN MI CASA, SIN HACER NADA, SIN COGER LA MALETA.

La sensación me llega de varios lados: emocionalmente mi energía quiere tranquilidad, solitud; a nivel físico mis pies reclaman que los acaricie, que los mire detalladamente todo el tiempo, se detienen cansados; a nivel social tengo la sensación de querer nido, de estar con mi tribu, mis amigas, mis amigos, mis amores, re-encontrarme con la gente y simplemente estar.

Esta etapa simplemente ha llegado, y bien-venida sea. Se que nunca dejaré de viajar, de querer conocer lo que hay al otro lado de la montaña, sin embargo estos recorridos se darán ahora de otra manera.

Homenaje a mis pies cansados

sábado, 24 de abril de 2010

A PAULA... mi hermana

Hace unas semanas ni hermana Paula me pidió que hiciera un escrito sobre mi percepción de ella para un trabajo en su master de psicología. Y desde allí no paro de pensar en lo que siento y pienso de mi hermana mayor, y en todos los momentos que hemos vivido juntas.

Hoy puedo decir que Paula es una de las personas más significativas en mi vida. Es apoyo, es escucha, es presencia (a pesar de la distancia), es conexión con Colombia, con mi familia y con mi madre, es esperanza, es empuje…

Si, en muchas ocasiones he pensado que nunca le he dicho lo mucho que la quiero y de lo orgullosa que me siento de ser su hermana.

Paula, es una mujer inteligente, con una capacidad de relacionamiento increíble, aunque puede verse en algunos momentos como introvertida, tiene un gran carisma, que la hace ver ante los demás con una fuerza especial para reunir, para influencia, para apoyar.

En esencia Paula es Apoyo. Pero como todo tiene su lado de luz y su lado de sombra, este punto es lo que hace que mi hermana parezca como si cargara una piedra en sus hombros. Ella siempre piensa primero en los demás, las injusticias la hacen sentir fatal, la cargan tanto que no maneja su emocionalidad, toma decisiones radicales, se involucra en “luchas” en donde no tiene porque estar, pierde la tranquilidad personal que necesitaría para asumir su propia vida.


Así es ella, una mujer potente, mujer fuerte y tierna a la vez. Con mucho amor para dar, comprometida con la vida, con su familia, con sus amigos, con sus alumnos, con su aprendizaje.

Paula, hermanita, solo te digo que te quiero mucho, que no te imaginas lo importante que es saber que siempre puedo contar con tu presencia en mi vida.



Marian rios

domingo, 28 de marzo de 2010

HISTORIAS INICIATICAS - 1

Simplemente un día decidí que ya estaba bien de todo lo ya hecho, lo estructurado, lo que estaba "preparado" para mi, estaba bien de estar siempre en el mismo lugar. Necesitaba moverse, queria saber que había mas allá de las montañas de mi pueblo.

Y decidí hacer un quiebre total, cortar mi cabello, despedirme de mis trabajos y empezar a caminar mi propio camino, construir mi propia historia.

No puedo negar que para tomar esta decisión tuvo que ocurrir una ruptura amorosa o el sentimiento de no entender nada. Pero mirando retrospectivamente cada una de las cosas y las personas que han pasado por mi vida, siento un gran agradecimiento por aquello y aquellos que se han ido, pues estos momentos de vacio son lo que me han impulsado a cambios importantes: un viaje, un nuevo proyecto, una nueva forma de hacer algo, un nuevo libro, una nueva "religión". Esos momentos de vacío son los que me han permitido construir mi identidad.

Este viaje lo inicié en Arboletes - Antioquia. Un pueblito colombiano costeño, de esos en donde empiezas a entender el realismo mágico de García Marquez, en donde el tiempo se detiene solo para que tu puedas apreciar la inmensidad de la vida, y con ésta las contradicciones humanas, las historias de amor y de desamor, y sobre todo un lugar en donde viví en mi piel y entendí en mi corazón el espíritu de lo que llamamos comunidad.

Arboletes fue mi punto de partida y de llegada. Desde allí recorri todo el golfo de Uraba colombiano: Necoclí, Turbo, Titumate, San Pacho, Triganá, Acandí, Capurganá, Sapzurro. En este viaje conocí a personajes increibles: Oscar (artesano español de 76 años, ex navegante), mi amiga Eu y toda su familia, Caliche y sus fantasmas, Jorge (el amante) y las miles de historias que vivimos día a día escapándonos de su novia, Jorge Mar Caribe su coherencia en el vivir y su casita del palo de mango en donde viví tan feliz en tantas temporadas, el genio de los ataudes, la Catira mujer poderosa, Darien Azur quien ya no se debe acordar de mi porque lo conocí cuando él tenía 1 año, Verano de Urabá y todos los adolescentes fruto del amor por la vida.

Tantos seres Cronopianos, que hicieron que ese viaje fuera Iniciático para mi.

Iniciático en el sentido de sentirme profundamente atravesada por las personas y sus sentimientos, en el sentido de descubrime en mis deseos, en mis libertades, en mis temores, en mis grandes desafios. Allí comprendí que no quería seguir luchando con mi impulso vital de caminar, de conocer, de mirar de frente a las personas y poderles hablar desde mi verdadera esencia.

De vez en cuando, necesito volver iniciaticamente a ese Lugar. Hoy es uno de esos días.

Marian Ríos

miércoles, 27 de enero de 2010

ENTRANDO EN LA ERA DE MARIAN...

¿Se acuerdan de mis aventuras en Caminando sobre el Filo? Pues les cuento que tengo la sensación, la intuición de que estoy entrando en la era de marian...

Si algunos entran en la era de acuario, o la de saturno (qué se yo)... pues yo entro en la era de marian. ¡Mi era! Y es que es increíble cómo un simple papelito de "Permiso de Trabajo" puede cambiar realidades.

Después de 3 años de recorrido en el mundo de la irregularidad, de haberme graduado por fin como becaria, y de vivir una infinita mezcla de vivencias de incertidumbre, de decepción, de vulnerabilidad, como también de celebración, de encuentros, de re-creaciones… Aquí estoy ... sintiéndome por fin con derechos como ciudadana, con voz, visibilizándome ante mis propios ojos.

Y desde este punto de celebración, pienso en los millones de "sinpas" y de viajeros que están mundaneando; sintiéndose caminar en el filo como metáfora de estar en un sitio en el que no nacimos. Y para ellos y para mí, quiero hacer mi propia lista de aprendizajes, que espero nos siga sirviendo en esta experiencia del viajerismo:

1. Ten siempre presente que estar aquí es tu elección. Por mal que estés en el otro lugar, estás aquí porque quieres. Disfruta la sensación que te otorga la libertad.

2. Es importante que sepas que empezar a estabilizarte en un país que no es el tuyo, lleva de 2 a 4 años. Esto lo dicen los libros y lo ratifico yo con mi experiencia y la de otras personas cercanas a mí.

3. Hazte tu red de amigas y amigos. En Biodanza llamamos a esto la familia ecológica, aquellas personas que elegimos conscientemente y que posibilitan la mejor expresión de nuestro ser.

4. Disfruta lo que tienes en tu nuevo lugar. No abandones tus raíces, no olvides a los tuyos, pero recuerda que estás aquí.

5. Aprovecha las ventajas de ser "el nuevo". Podemos tener la curiosidad (y la ignorancia) que no se les permite a los locales.

6. Trata de entender la cultura y la sociedad en donde estás: conoce su idioma, celebra sus fiestas, indaga en la historia de sus costumbres, respétalas y coge para ti lo mejor de ellas. No nos olvidemos de que somos ciudadan@s privilegiad@s por poder vivir entre dos mundos.

7. Siempre, siempre… respeta y haz respetar tus valores y las cosas que son más importantes para ti.

8. Trata de ser independiente, pero no autosuficiente. Pide apoyo, explica tu situación, quítale peso y dramatismo a tu realidad de inmigrante.

9. Esta realidad es transitoria. Ponte tus límites (los tuyos), ponte tus retos (los tuyos), y sigue soñando en grande.

10. Y….. baila, baila mucho. Como decía Jodorowsky: que todas las iglesias, las cárceles, las empresas, y las ciudades del mundo se conviertan en salas de baile.

En resumen… Disfruta, Celebra, Agradece

Marian Ríos

miércoles, 6 de enero de 2010

Caminando sobre el filo. Pensamientos de una inmigrante

Este post se publicó el 30 de octubre de 2009, en el Blog Alius Modus, en el marco del Premio Alius Modus a iniciativas sociales innovadoras, y es el primer paso para continuar publicando mis reflexiones y aprendizajes personales como inmigrante...

Escribir acerca de mi propio proceso de migración y mis aventuras en el mercado laboral español, me genera hoy una amplia gama de emociones. Y es que desde hace 3 años que tomé la decisión de vivir en otro país diferente al mío, he pasado por dos procesos fallidos de residencia de trabajo, un tercero aún sin concluir, una amplia y extenuante carrera como becaria, además del haber conocido a muchas personas que me han abierto la posibilidad que en cada momento me lleve un gran aprendizaje.

En este proceso están presentes emociones que se reciclan una y otra vez. La confianza en los otros cuando te encuentras gente abierta al cambio y con la sensatez de verte como una oportunidad y no como un enemigo; el miedo y la inseguridad que te da el sentirte excluido del grupo mayoritario, ya sea por el idioma, por el estilo de vida o por la cultura; la sensación de poder ante el hecho de que ser extranjero es una decisión de vida y de que siempre tienes la posibilidad de regresar a tu país.; la rabia frente a los asomos de discriminación en ámbitos laborales, burocráticos, personales. Y obviamente la sensación de incertidumbre, presente en cada uno de los momentos de mi aventura.

Me quiero detener en la incertidumbre, ya que pienso que es una emoción que siempre acompaña tanto los procesos migratorios, como al mercado laboral español, más aún en esta época de crisis global. Y es que la incertidumbre se ha convertido en mi compañera de viaje, y ha significado el perderme para encontrarme y volverme a perder, es una espiral que me ha permitido avanzar tanto en el reconocimiento de la diferencia, la otredad, la multiplicidad, como en el conocimiento de mis capacidades y mis limitaciones.

De la mano de la migración y de la incertidumbre, está la decisión que hemos tomado muchos inmigrantes de quedarnos en una condición de ilegalidad o de irregularidad. Y es evidente que suceda, cuando se está en un país como extranjero, las leyes nos dicen que no tenemos las mismas opciones de movernos en ámbitos laborales y sociales como lo hace un local. Y allí aparecen contradicciones: la clandestinidad nos seduce, nos da el poder de ver las cosas desde una posición diferente, pero también siempre estás caminando sobre el filo. Somos ciudadanos desarraigados, mirando a ambos lados del paisaje, sin poder permanecer en alguno (esto por lo menos en los primeros años de adaptación).

A nivel laboral, tenemos la sensación de siempre estar dos pasos atrás de los locales, y aunque tengamos una amplia carrera profesional y en ocasiones una mejor preparación académica, se hace difícil encajar y sentirte valorado.

En mi caso particular he estado los 3 años de mi permanencia en España como becaria. Y aunque con este estado se pueden hacer bastantes “bromas” (gracias a becarias mundialmente famosas), también surgen un sin número de cuestionamientos frente a tus posibilidades personales y a las leyes laborales del país en el que vives.

¿Cómo las empresas permiten que una persona extranjera esté 3 años o más en condición de becaria? ¿Cómo la ley permite esto? ¿Qué garantías tenemos los inmigrantes ante esta condición “eterna”? En mi caso este estado ha sido consecuencia de dos procesos fallidos de residencia de trabajo. Sin embargo conozco muchos casos en los cuales la empresa se beneficia del trabajo cualificado del inmigrante, a muy bajo costo y sin necesidad de realizar los complejos procesos de permisos y autorizaciones que exige la ley.

Actualmente estoy esperando la resolución de permiso de trabajo de un tercer proceso, ya les contaré como se resuelve todo. La incertidumbre está más presente que nunca en mi vida, pero también la sensación de libertad y de confianza que te empuja a mantenerte en un lugar.

Y es que los inmigrantes debemos escoger entre ser libres y trascendentales o ser parte de y normales, ser terrestres.

jueves, 5 de marzo de 2009

La Champañería

En la vida siempre tenemos lugares preferidos, lugares a los que siempre volvemos, que recordamos, que añoramos. Yo tengo bastantes de ellos. En Colombia recuerdo una playa virgen en el Chocó a dónde iba cada año; un restaurante de vicio (crepes & wafles), un barcito antropológico en Medellín. En New York la Biblioteca pública, las calles de la Pequeña Italia, y lo confieso el H&M de la Quinta Avenida. También quisiera volver siempre a Tikal y a Antigua en Guatemala. Y bueno en Barcelona obviamente tengo que nombrar a Can Paixano, o mejor dicho la Champañería.

Desde hace mucho tiempo quería escribir sobre la Champañería, un icono de Barcelona para los extranjeros, que no tanto para los locales, convertido en esos símbolos a los que la globalización les da vida. Un lugar en donde es difícil moverse, siempre sales con cava regad en toda la ropa y te pegan más pisotones que en un concierto.

La champa (así la llamamos los amigos) es un lugar increíble, “es un espacio vivo”. Su dueño, llamado Tito o Chicho o similares, cada cliente le pondrá su propio nombre, es un ser peculiar, pequeño, con bigote, siempre atento, siempre sonriente, siempre controlando sutilmente su entorno…El es el amo y señor del lugar con su presencia invisible.

En la champa, aunque un lugar que podríamos considerar como caótico por la diversidad de sus clientes, el consumo de alcohol, las relaciones que se dan, tiene sus propias reglas. Obviamente no se fuma y atención… cuando la gente está hablando muy alto, Chicho/Tito nos calla…. Ja, no puede haber mucho ruido en este lugar, bueno tiene su propio límite de decibelios, que no quiero decir que tengamos que hablar bajo, pero cuando pasamos este límite…. algo le pasa a Chicho/Tito y nos pone a todos en orden.

¿Cuál es el encanto para mí de la Champañería? Que de allí siempre salgo feliz o más feliz de lo que entro. Claro, es normal que con unas cavas encima tu sistema nervioso central cambie, pero podría decir que hay más factores implicados en este estado. Lo primero es que la gente va porque quiere estar feliz.

El 80% de los visitantes somos extranjeros de muchas partes del mundo, y esta condición de diferentes permite paradójicamente que afloren nuestras similitudes. Allí podemos estar un alemán, una colombiana, un chino y un ruso hablando en diferentes idiomas, pero en el mismo lenguaje: el de la champa: el de la felicidad.


Y sumado a la diversidad cultural, siempre veo en la champa a mujeres, hombres, jóvenes, viejos, solteros, casados, solitarios, acompañados, lindos, feos… Eso es increíble, poder ver esta bio-diversidad en este pequeño lugar.

Y es que sí, la champa es un lugar muy pequeño, y los clientes somos muchos, lo que hace que todos estemos muy juntitos, y que el roce y la “caricia indiferenciada” estén presentes en el ambiente. Lo mismo que puede pasar en el metro a las 9 de la mañana y que te pone de los nervios, pasa en la champa, pero aquí este hecho te aporta bienestar.

Pero no he hablado de lo más importante: El cava y la comida. El cava es delicioso, yo prefiero el rosat, pero puedes elegir extra, brut… Los bocadillos me encantan, mi preferido el de chorizo con bacon y queso….Es importante anotar, para los que aún no han ido, que es una norma comprar 2 bocadillos o tapas y así poder pedir una botella. Esto hasta las 17 horas… Después ya solo venden copas, no botellas. (Nuevas medidas de la administración, dirigir sus quejas allí).

Y por ultimo…no importa como vayas ni con quien vayas, en la champa siempre pasa algo… algo bueno, algo divertido, algún encuentro especial… Allí hay magia. Los que conocen la champa, necesito sus opiniones sobre lo que mas les gusta de este lugar. Y los que no han ido…. Pues a que están esperando.
Marían Ríos

Para terminar una pequeña muestra:

martes, 17 de febrero de 2009

PARA MIS AMIGOS VAGAMUNDOS

Los 3 artículos siguientes hacen parte del trabajo etnográfico realizado con artistas callejeros en la ciudad de Bogotá en el año 2006.



Después de escribir sobre el arte callejero y sobre los artistas callejeros con los que conviví por dos años, estoy convencida que no soy la misma persona, que sus experiencias, su metáfora, su forma de ver la vida me atravesaron irremediablemente. Ampliaron mi universo y generaron en mí una forma diferente de construir relaciones, en donde pude encontrar valor y conexiones profundas, en las más sorprendentes diferencias.

Quiero entonces, aunque yo se que ellos lo saben, agradecerles por haber entrado en mi vida y permitirme que hurgara en sus mentes y en sus mundos de la manera como lo hice. Dedicarles este blog y los escritos que he podido hacer, que no son sino el intento de poner nuestras construcciones conjuntas de tantas noches de conversaciones profundas y de experiencias compartidas; y decirles, que ahora que me he logrado vaciar de ellos, me encantaría re-encontramelos para conversar, tocar tambor, cocinar… construir nuevos y maravillosos mundos en donde podamos vivir y ser felices.

Lo que pude comprender, es que el arte callejero es un estilo de vida, que viene de una amplia historia desde Grecia hasta nuestros días, y que responde a diferentes fenómenos sociales como las migraciones, la ilegalidad y la economía de subsistencia, y que al ser una decisión tomada cotidianamente, tiene una fuerte implicación en la construcción de Identidades; que al ser expresada en símbolos con sentidos muy particulares para un grupo, se convierte en una metáfora colectiva que se apropia de diferentes escenarios de las ciudades.

Esta apropiación de la ciudad, desde una metáfora, les da la posibilidad de comunicarse entre sí y con la ciudad misma. Además que los convierte en seres privilegiados, al haber encontrado una metáfora que los represente y les de explicación y sentido a sus vidas. Y este sentido lo encuentran diariamente, en la respuesta a la pregunta del para qué. Para qué la metáfora, para qué llevarla a la calle, para qué ser diferentes al resto.

La respuesta, que más que una creencia es una certeza para ellos, es la de la necesidad y el deseo de oponerse, de resistirse a un orden ya establecido y que ellos consideran que no les posibilita ser. Y es una resistencia que más que violenta y en contravía, está proponiendo diferentes alternativas, está mostrándose como una posibilidad más en la amplia gama de posibilidades que tenemos y que obturamos debido a modelos preestablecidos, a miedos o sencillamente por la necesidad de construir sueños desde el hacer y desde el tener, mas que desde el ser.

Ellos me enseñaron, que la vida, la ciudad, la convivencia son posibles, si tenemos pasión por lo que hacemos, si le ponemos color a los sueños y si sentimos cada momento de nuestra existencia, como un movimiento interminable de “juguetes” lanzados al aire.

Marian Ríos